Estos últimos años han acudido a mi consulta muchas personas que han sufrido y que sufren acoso escolar.

Hace unos días le pedí a una clienta (que sufrió bullying en el instituto) a ver si podía escribir una carta dirigida a alguien que está siendo víctima de este tipo de acoso en la actualidad. Accedió rápidamente: «lo que haga falta, si sirve para ayudar a alguien que está pasando por ese infierno«.

La propia escritura de esta carta ha sido terapéutica y espero que también lo sea su lectura.  Recibir el testimonio y la vivencia de alguien que ha pasado por lo mismo, siempre resulta reconfortante y alentador. Es por eso que con el permiso y consentimiento de la autora, me dispuse a revisar el texto para modificar todo lo relativo a datos personales y publicarla.

Espero que pueda ser de ayuda para muchas personas. Es todo un testimonio de resiliencia. Una carta con luz y escrita con mucho cariño. Espero que os llegué. A mi me llegó cuando la recibí y así la comparto también.

La imagen principal es un dibujo que realizó la propia autora : «Este dibujo lo hice hará unos 10 años atrás. Ya había terminado el instituto, pero quería reflejar cómo me sentí durante mucho tiempo. Recuerdo que no quedé del todo contenta con el diseño porque en mi mente esos colores eran más oscuros. Pero a la vez reflejaban mi estado del momento. Esa mejoría. Intenté reflejar la impotencia y ansiedad de mi adolescencia. Me imaginaba dentro de una piedra. Como esas rocas que por dentro están huecas. Ahí estaba yo. Y todas las capas que me separaban de un mundo que debía ser maravilloso».

 

 

«Carta para ti, que en estos momentos estás sufriendo»

 

Cuando Irati me ha propuesto escribir una carta desde mi experiencia, no lo he dudado si de esta manera puedo ayudar a alguien, si de esta manera te puedo ayudar a ti.

Sinceramente espero que esto te sea de ayuda, o al menos, consiga darte fuerzas. Ser víctima de bullying es duro, consume toda tu energía y a veces quieres rendirte. Conozco muy bien la sensación.

Yo quise morir. Quería morirme. Algunas veces con más fuerza que otras. No soportaba el día a día, no soportaba mi vida. Cada mañana me levantaba, desayunaba y me vestía para ir al “matadero”.

Un daño así, cuesta muchísimo sanar. Deja una cicatriz emocional muy grande. Este suceso marcó mi vida y transformó mi forma de ser: timidez, miedo a hacer nuevas amistades, miedo al qué dirán de mí, lo que pensarán de mi….

¿Pero sabes una cosa? Sí se sale de ahí… y además enriquecida y fortalecida. Ahora te parecerá increíble lo que voy a decirte. Y es que no cambiaría nada de lo que me ocurrió. Por mucho que haya sufrido.  Luego verás por qué.

UN BREVE RESUMEN DE ALGO DE MI HISTORIA …:

Mi pesadilla empezó en 1º o 2º de ESO. Entre los 13 años.

Con la llegada de un nuevo compañero a clase que repetía curso. A este chico le gustaba vacilar y meterse con la gente. Yo en ese entonces tenía un acné juvenil bastante fuerte y me convertí en el dardo de sus comentarios jocosos, sus bromas y sus no tan bromas.

Al resto de mis compañeros les costó un poco más meterse conmigo, porque nos conocíamos desde niños, y siempre nos habíamos llevado bien. Pero poco tardaron en seguirle el ritmo. Ley de la supervivencia. O pisas o te pisan…Decidieron que ellos no serían los pisoteados.  Y yo, que nunca había sufrido una situación así, …no supe reaccionar ni defenderme.

 Y el peor día de mi vida llego con 15 años. Se puede resumir con dos palabras: fotografía y redes sociales. Después de aquello quería morirme de verdad. No quería vivir más. En aquel momento toqué fondo. Cuando pensaba que no había más fondo, aun fui más bajo y me sentí destruida del todo.

Y aun así, de ahí salí, logré salir de aquel lugar, de aquel pozo…

AGUANTA.

Al final todo pasa. A mí, al final me dejaron en paz en bachiller. Algunos porque se marcharon a otros institutos…otros porque dejaron los estudios, otros porque maduraron y no vieron motivos para machacarme… Te prometo que todo llega. Antes o después. Al final…un día, todo termina.

Quiero que aguantes. Puedes hacerlo. Eres más fuerte de lo que crees. Y la vida te dará cosas increíbles por las que reír, cantar, bailar… una infinidad de cosas.

Te estas enfrentado a adversidades y seguro que ahora ni te das cuenta de todo lo que florecerás cuando pase todo esto.

Sigue aguantando día tras día, semana tras semana y mes a mes. Un curso menos.

Poco a poco la vida te irá mostrando nuevas cosas. Nuevos amigos, nuevas aficiones… serán tu bote salvavidas. Créeme.

Mis 6 años de instituto fueron horribles…y aguanté. Y vino la calma a mi vida.

Elegí una carrera universitaria. Algo que sabía que me gustaría. ¿Sabes que vino después? Personas nuevas, ambientes nuevos… Cuando elegí la carrera que estudié descubrí un mundo nuevo, vi que no era la única “rara”, había otros tantos chicos y chicas, con los mismos gustos que yo. Ahí por fin, conocí la amistad.

SE FUERTE.

Con muchísima tristeza he visto los casos en la tele de niños y adolescentes que terminan por suicidarse. Y me duelen como si fueran mi propia familia. Porque sé por lo que están pasando. Y la impotencia de no poder hacer nada.

Mantente fuerte.

Si tú no te crees que eres fuerte, reflexiona sobre esto:

¿Quién se levanta todos los días sabiendo lo que le espera, y aun así va a clase?

¿Quién estudia con todo ese dolor emocional, esos pensamientos negativos, que se presentan como nubes negras?

¿Quién consigue estudiar y terminar un examen? No digo aprobar o sacar buenas notas. Digo terminar un examen. El hecho de estudiar y presentarte al examen ya es todo un logro. Qué fácil es para el resto estudiar, sin ninguna preocupación en sus mentes.

Tú con tu tristezas, rabia y ansiedad… con tu impotencia…con tus nubes en la cabeza que no hacen más que confundirte… Tú, que estas en un momento donde tu cabeza no está despejada… ¡Y aun así te dispones a estudiar! A darlo todo para sacar ese examen.

Eso, es tener fuerza, fortaleza, valor, perseverancia…

Por eso te digo. Sé fuerte y aguanta. La vida es mucho más que el periodo escolar, que la etapa que estás viviendo ahora. ¿En serio quieres perderte todo lo que la vida te puede dar? Quiero que lo tengas muy presente. Cierra tus ojos y sueña en tu futuro feliz. Porque lo tendrás. Siempre he creído que todo pasa por y para algo. Y en unos años verás que esto es así.

La vida nos enseña, generalmente a golpes. Pero todo, es una lección. Y no porque hayas hecho algo mal (que es lo que pensaba yo). La vida quiere algo más para ti. Una versión de ti mejorada. Quizá ahora no lo veas, pero terminarás por verlo.

Por eso al principio escribí que yo no cambiaba nada de lo que me ocurrió.

Y si te preguntas… “¿y qué sacaste de tus años horribles en el instituto?”

Bueno, te diré que:

  • Me cuesta hacer amigos, pero soy más selectiva. Quien está a mi lado, es porque es un/a gran amigo/a.

  • Aprendí a no juzgar cuando los demás hablan de terceras personas. Aprendí a valorar a las personas por mi propio juicio.

  • Aprendí a ser empática. A ponerme en la situación de los demás.

  • Aprendí a defenderme.

Y aún me quedan muchas cosas por aprender y también heridas que cerrar…

La vida es una montaña rusa y a veces nos baja hasta el fondo.  Y de todo podemos aprender.  Todo pasa por algo.  La vida merece la pena.

 

Un abrazo grande. 

 

 

COMPARTIR:
Abrir chat
1
Hola, ¿Te puedo ayudar?